Se veía venir un cambio en la nutrición pero la pandemia aceleró las tendencias que la han hecho realidad. Hay una demanda de productos saludable en aumento. Las personas se dieron cuenta, en la crisis, lo frágiles que somos sino estamos bien nutridos. Todos salieron a comprar cítricos porque relacionaban la inmunidad o evitar las gripes o resfriados con vitamina C. Pero si uno observaba y escuchaba atentamente nada se sabía de la inmunidad, la inflamación, la buena nutrición, la correcta alimentación o la alimentación saludable. Muchos creían que era patrimonio de los vegetarianos o de los veganos o que las plantaciones de frutas y vegetales eran de los artesanos y no es moda es "modo de vivir". Es la hora de cambiar dijeron todos, se siente que las personas están mal nutridas, ya los datos lo mostraban, México, Chile, Estados Unidos, Argentina, Brasil con sobrepeso más obesidad por arriba del 60% de la población. Ya había alarma en los niños y adolescentes, que no paraban de subir de peso, pero la pandemia nos cambió el cuerpo, el cerebro y el alma.
Las personas buscan alimentos para reforzar el sistema inmunitario, pero a un precio accesible, además ya se dieron cuenta que el planeta es uno sólo por lo que también se busca cuidar el medio ambiente. La directora general de AINIA, con sede en España, Cristina del Campo ha destacado "los alimentos son la palanca más potente para optimizar la salud humana y la sostenibilidad medioambiental. Necesitamos una transformación del sistema alimentario para lograr una dieta planetaria beneficiosa para todos"
Cuando ella dice para todos, es que es hora de comenzar a diseñar alimentos para cada grupo de edad, para cada patología o intolerancia, es el momento de crear y diseñar alimentos para poder cubrir las necesidades individuales o genómicas. Ya se venía trabajando en productos para enfermos celíacos, para pacientes con diabetes, con hipertensión con control de la sal, en estos últimos años se consideró las alergias alimentarias, sacar las grasas "trans" de los alimentos industrializados, mejorar las mezclas de aceites vegetales, disminuir el sodio en preparados industriales y hasta se llegó a evaluar los cambios, o agregados de rotulados frontales, que no están bien todavía, pero hay un esfuerzo de los gobiernos, las empresas y las instituciones que asesoran para lograr el mejor etiquetado frontal para todos.
Se está estudiando el mar, para obtener beneficios de sus proteínas, esencial para el crecimiento y reparación de tejidos, se ahonda en las proteínas de legumbres (porotos, lentejas, garbanzos), mezcla de harinas y legumbres para mejorar la proteína y que sea de alto valor biológico. Se debe seguir con las fortificaciones de alimentos, para evitar las carencias, esto son de hierro, zinc, vitamina D y por que no decirlo buscar una solución para la vitamina B12, que ha resultado ser más que esencial en veganos, vegetarianos y en personas con patologías que por la medicación que toman no permiten la adecuada absorción. La industria farmacéutica ha diseñado, una nasal, sublingual y algunos alimentos se han suplementado, debería ser más universal el alcance.
En esta etapa deben surgir alimentos con sustancias o ingredientes bioactivos descubiertos en estos 15 años que ya se saben por la fuerte experiencia en países como Japón y otros de Asia y en Europa y Estados Unidos que tienen beneficios a la salud, más allá de la nutrición. Estos nuevos ingredientes son extraídos de los vegetales, frutas, productos del mar y microbiológicos (que tanto se ha hablado en la pandemia, como los probióticos).
Crear productos es lo más difícil de una empresa, por datos de Nielsen se sabe que sólo el 70 u 80% de productos creados en el pasado cercano han desaparecido, tal vez no fueron oportunos sus lanzamientos, o tal vez no se promocionaron adecuadamente o los integrantes de las empresas no pone mérito en su difusión, o los organismos que aprueban solicitan trabajos científicos que no se han realizado, lo cierto que no están y entonces las empresas piensan, meditan más a la hora de diseñar y vender nuevos productos y las personas del mundo se están perdiendo de la naturaleza un complemento a la salud. Los gobiernos y las universidades deben alentar que se avance en detectar nuevos ingredientes y se desarrollen nuevos productos saludables. Esto recién comienza.
Etiquetado limpio y la demanda de alimentos saludables está creciendo en Europa
Según un estudio de Ingredion sobre los alimentos con etiquetado limpio en Europa se encontró que cada vez los consumidores prestan más atención a la composición de los productos alimenticios, estos están elaborados con ingredientes naturales. Ingredion pidió a MMResearch la encuesta en 2800 consumidores de 9 países europeos con el fin de buscar información sobre los hábitos de compra y de las declaraciones y mensajes impresos en los envases de alimentos.
Esta tendencia comenzó en 2013 en Europa, los más maduros son Reino Unido, menos desarrollado en Rusia y Polonia.
La lectura de la lista de ingredientes resultó el item más importante para decisión de compra en un 78% según la encuesta y un 53% considera la marca del fabricante como un factor importante.
Les cuento en este nuevo espacio, sitios que visitamos y nos parecen muy interesantes para que puedan consultar, novedades, artículos de diarios o revistas, lanzamientos de libros, cursos online y participaciones en congresos, jornadas, etc.
FAO y una base de datos para uso en pérdidas y desperdicios en alimentos.
Santana E y Mizrahi P.: Nuevos consumidores en tiempo de Covid-19. pp. 47-50. Alimentaria 138. En Calameo online.
Guía actualizada "The Clean Label Guide to Europe"
Noticias sobre rotulado frontal; En el sitio Uruguay Presidencia se confirma que Uruguay continúa con el rotulado frontal, extiende algunas fechas y llevará a Mercosur una propuesta.
Lanzamiento de libros. Participamos en el lanzamiento del libro "Alimentos fermentados; microbiología, nutrición, salud y cultura" con el Auspicio del Instituto Danone del Cono Sur.
Aquí está el libro que gentilmente nos permiten consultar y bajar. Gracias Profesores de la Universidad del Litoral y de la empresa Danone.
